Los pavos ya habían sido domesticados por los aztecas y otras poblaciones aborígenes mexicanas antes de que los españoles llegaran a tierras americanas en 1492, los pavos domésticos fueron traídos por Hernan Cortes como presente al emperador Carlos. También se les denominaron como jesuitas ya que esta orden fue difundiéndolos y denominándolos gallo de indias.
ORÍGENES: El pavo autóctono es descendiente directo de los primeros pavos traídos desde América, habiendo sido criados en cortijos y en casas de particulares durante siglos, llegando a definirse una gran variedad de colores: blanco, negro, rojo, bronceado, azul y chocolate de patas muy oscuras. Granja Santa Isabel ha realizado investigaciones consiguiendo grades avances en la recopilación de estas aves por toda la región, llegando a poseer una buena representación de estos pavos de bellos plumajes. Obteniendo gran resistencia a enfermedades y magnificas madres adoptivas para criar pavitos y cualquier otra ave y como no una carne exquisita y saludable nada comparable a la del pavo industrial.
Es curioso que se afirme como ocurre con otras razas españolas (gallina andaluza azul británica, combatiente español, gallo ingles) que al pavo español le otorgan su origen en Francia, incluso le cambiaron el nombre a pavo negro español por el de un condado inglés. En parte somos culpables de esta situación por no apoyar y fomentar nuestros productos. Por el contrario el pavo español es el origen de todos los pavos industriales volviendo a su continente de origen para ser seleccionados.
El pavo como hemos dicho, fue difundido por los jesuitas por todo el territorio español, llegando a ser muy popular y de gran importancia culinaria. Durante la primera guerra mundial en España, al duro se le llamaba pavo porque los pavos se vendían a duro, obteniendo la palabra pavo significado de dinero llegando hasta nuestros días.
Características: En su fisonomía, destaca el pico robusto que dispone un conjunto de corpúsculos sensoriales detrás de la punta. Carece de plumaje en la cabeza y el cuello, disponiendo de excrecencias carnosas de diferentes tonalidades en distintas zonas de la cabeza, en colores que van desde el rosáceo al rojizo, aunque también azulados. En este sentido, dos rasgos identificativos del pavo son la papada rojiza bajo el pico y la protuberancia que desarrolla sobre éste y recibe la denominación de moco. El Pavo Autóctono presenta patas robustas y coloraciones diferentes en las plumas dependiendo de la variedad: amorronados, verdes metálicos, crema, negros o blancos.
Productividad: Los pavos realizan una puesta al año durante la primavera. La carne del pavo ostenta en los últimos años un crecimiento moderado de comercialización, debido principalmente a que se trata de un alimento fácil de digerir y con escaso contenido en grasa (bajo en colesterol). Como otras carnes de ave, posee un aporte de calorías menor, apenas 130 calorías por cada 100 gramos de porción comestible.
Peso: 8 Kg. los machos y de 4 a 5 Kg. las hembras.
